martes, 13 de diciembre de 2011

Faraón, quiero ser actriz

Cuando pienso en todas las decisiones importantes que he ido tomando a lo largo de mi vida puedo decir con satisfacción que no lo he hecho nada mal. Aunque una decisión en concreto la tomó el Faraón por mi. Conversación producida entre el Faraón y la que os escribe:
- Papi, ya sé que quiero estudiar en la uni, arte dramático.
- No tesoro, Derecho.
- Filología árabe?!.
- Derecho.
- Y por qué no puedo ser actriz.
- Tesorito, las actrices son altas y muy guapas.
- ........................................................................ oo......................................................

Aquel ataque a mi super autoestima no fue más que una forma radical de decirme que no desperdiciara mi vida. Menos mal que le hice caso. Y mira qué protesté durante la carrera. Mucho. No porque no me gustase, que me encantaba sino por mi afán de querer tener todo bajo control, de ser la primera en todo, de llevar todo al día.

Cuando uno es emprendedor/empresario aprende que hay cosas que se nos escapan del control, que por muy bien que hagas tu trabajo en ocasiones se caerán proyectos y en otras seguirán adelante, pero nunca hay que desanimarse. Os voy a poner un ejemplo: el domingo recibí un email de unos clientes míos diciéndome que cancelaban el proyecto (aunque me iban a pagar), para mi suponía tirar a la basura mucha ilusión, muchas horas invertidas y mucho esfuerzo. Dicho email lo recibí antes de ir con el sapo al cine (iba a ser su primera vez) y pensé: tengo dos opciones, o ponerme en modo histérica (cosa que odio hacer y que hagan) o aceptar que no siempre voy a conseguir que salga todo redondo. Elegí la segunda opción, y qué bien me lo pasé! fue una tarde IDEAL!. Al día siguiente me esperaba un email con un nuevo proyecto.

“Éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo” (Winston Churchill)


A veces me encantaría poder hacer esto!

2 comentarios: