Cuando voy a recoger a sapito de la guarde siempre coincido con un papá que trabaja, trae y lleva a sus tres hijos al cole, que les baña, hace la cena, juega con ellos, les ayuda a hacer los deberes, etc. Estoy convencida que historias como estas las hay a millones. Ellos también lo merecen, porque sacrificar tiempo de calidad por trabajar duro y sacar a una familia adelante no es fácil.
Soy mujer, mami, trabajadora, ingeniera (porque tengo que montar TODOS LOS DÍAS los coches que sapito se carga, chef (bueno, cocinillas), limpiadora, y millones de cosas más y NO NECESITO UN DÍA QUE ME LO RECUERDE. De hecho, todo este tipo de cosas me parecen humillantes: leyes que obliguen al empresario a contratar determinado número de mujeres? un ministerio de igualdad? carteles por la calle que acusen a los hombres de pegar? En fin, a dónde hemos llegado.
Y si alguien me lee, por favor, qué sentido tiene poner actividades del día de la mujer trabajadora por las mañanas, si las mujeres trabajadoras, en su mayoría están...TRABAJANDO!!
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